El tema es que el saber mezclar no es un don con el que todos venimos de fábrica.
La realidad es que hay una (muy) línea fina entre ¨Qué interesante!¨ y ¨Qué mareo!¨
No es cuestión de meter todo en la licuadora y ver qué sale.
Para que la mezcla sea exitosa, hay que balancear los diseños de una manera minuciosa:
los estampados no tienen que hacer juego (demasiado obvio!), pero sí tener algún denominador en común que los conecte... y eso sí, tienen que ser lo suficientemente diferentes para que el conjunto sea interesante!
Suena muy complicado? No lo es! (SIGUE hacé click en SEGUIR LEYENDO abajo)